Por Mgter. Lic. Gustavo de Elorza Feldborg
Durante los últimos años hemos observado cómo los avances de la tecnología han impactado en nosotros, modificando la forma de pensar y hacer de nuestra sociedad; como así también la redefinición de las variables de espacio físico y tiempo, los cuales eran concebidos como absolutos, pero que últimamente toman carácter en términos de lo relativo.
En cuanto a la aparición de nuevos territorios digitales construidos por las nuevas tecnologías, estos vienen desarrollando modificaciones de las prácticas sociales a partir de la virtualidad, los cuales se producen en respuesta a los nuevos consumos culturales.
La educación, no es ajena a esta realidad, por lo tanto y con miras a desarrollar modelos más acorde a las necesidades que este nuevo siglo nos demanda, intenta gestionar algunos cambios estructurales en el sistema educativo que le permitan comenzar a plantear y sentar las nuevas bases de una educación que contemple la creación de ambientes de aprendizaje, y que faciliten conectar la escuela con la realidad; para ello es necesario nuevas miradas que integren lo pedagógico, con fuertes andamiajes mediacionales didácticos entre la realidad física y la digital, sumando de esta forma respuestas que hoy surgen de la demanda social.
En la actualidad, todavía seguimos asistiendo a propuestas educativas polarizadas por cuestiones que resultan del encuentro de distintas generaciones concebidas en culturas conocidas como ON-OFF, es decir generaciones que se formaron en una cultura OFF, siglo XX de forma tradicional y otra generación ON, que se está formando en este siglo XXI; la cual se encuentra vinculada a usos más masivos de dispositivos digitales. Los resultados en su gran mayoría derivan en encuentros que hoy se precipitan potenciando, la aparición de brechas comunicacionales, artefactuales, simbólicas y edu-generacionales.
Por lo tanto es importante que los docentes se cuestionen hoy dos situaciones: por un lado el sentido educativo en la incorporación de las TIC y por el otro el valor en el uso de las TIC en la escuela. Los docentes debieran entonces comenzar a transitar procesos de investigación de su propia práctica educativa, acorde a los nuevos contextos brindados por estos nuevos territorios y con ambientes didácticos que estimulen y promuevan nuevas formas de enseñar y de aprender.
De esta forma, son los educadores los que deben emprender el camino para el desarrollo e implementación de competencias digitales y adecuarse a los nuevos escenarios que se presentan actualmente; realizando una mirada prospectiva de manera que se puedan visualizar escenarios futuros.
Bajo estas premisas se ha desarrollado un modelo tecno - pedagógico que propone la puesta en práctica de un modelo de enseñanza - aprendizaje en contexto de virtualidad, el cual permite ejercitar un nuevo rol docente acorde a las demandas de este nuevo siglo.
Este modelo propone entonces el aprovechamiento de las destrezas digitales de nuestros estudiantes, promoviendo la generación de espacios comunicacionales de interacción y colaboración para el fortalecimiento de las estrategias de aprendizaje en entornos multimediales, que trasciendan las barreras de tiempo y espacio, potenciando así nuevas formas de transmitir y construir el conocimiento.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo, es momento de usar las nuevas tecnologías para educar a las nuevas generaciones.
Me encanto excelente vision
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