Por Gustavo de Elorza Feldborg
Una generación de filósofos y tecnócratas no se cansan de anticipar los comienzos de un nuevo tiempo, y hasta lograron ponerle un nombre para designarlo “Era Digital”. En este tiempo los cambios tecnológicos aseguran impactar e influenciar todos los aspectos sociales, entre ellos la educación, con la promesa de sentenciar que su más destacada y prometedora aplicación llamada la Web 2.0[1], logrará romper la hegemonía binaria que pretende controlar la información, dando un “cambio radical del significado donde el conocimiento pasará de ser un bien privado para convertirse en un bien público”, (Cobo Romani, 2007), en la cual se ofrecerán nuevas posibilidades para la creación y distribución de ese bien tan preciado - el conocimiento - que junto con la Internet conforman el motor y la base de esta revolución digital.
Surgen así los principales pilares que sostienen la idea de la construcción de una “Inteligencia colectiva”, (Levy, 2004), “Multitudes inteligentes”, (Rheingold, 2002) o la “Arquitectura de la participación”, (O´Reilly, 2005), todas ellas cimentadas en la firme postura de posibilitar el acceso a la información y el conocimiento por parte de todos, buscando desarrollar modelos participativos centrados en el usuario, a través de acciones que permitan establecer una igualdad en los accesos y usos de las tecnologías de esta era digital.
De este modo aparecen en escena toda una gama de posibilidades y ventajas de desarrollo de nuevos modelos educativos, basados en procesos que incluyen investigación, desarrollo e innovación de prácticas educativas; surge entonces el concepto denominado intercreatividad que en palabras de Berners-Lee (2000), se define como: “el proceso de hacer cosas o resolver problemas juntos”, y que sus bases se desarrollan en la “metodología del intercambio creativo y que es posible alcanzar un grado de conocimiento cooperativo que beneficia y enriquece a todos los que participan de esta interacción”.
Ahora bien, a la hora de dejar por un momento las bases teóricas que dan sustento a esta nueva sociedad mundial, donde la inteligencia colectiva de una humanidad que se interconecta a través del ciberespacio, cabe preguntarnos: ¿Qué abordaje realizarán padres, maestros y profesores, denominados por algunas corrientes como “inmigrantes digitales”, para lograr orientar en este océano de información a los denominados “nativos digitales” o como los conocemos en nuestra realidad cercana “hijos y alumnos”?; es posible entonces, sostener como evidencia de nuestra realidad como educadores la existencia de una “brecha digital”, (Castells, 2001), donde podríamos ampliar su definición original y enumerar dentro de este fenómeno una lista de falencias con respecto de los avances tecnológicos aplicados en escenarios educativos. A partir de allí, cabe preguntarnos si dichas falencias desmantelan nuestras posibilidades de construir y sostener nuevos esquemas de aprendizaje, impidiendo desarrollar nuestras labores educativas acorde a los tiempos que corren?
Reconocemos entonces, que como docentes es necesaria la incorporación de estas herramientas que más allá de la mera transmisión de información, nos permitirá desarrollar en nuestro rol docente las competencias y habilidades necesarias en el uso de las tecnologías aplicadas a la educación, con el fin de complementar nuestra labor, teniendo como objetivo fundamental la incorporación de nuevas prácticas socialmente aceptadas que promuevan nuevas formas de comunicar el conocimiento. Es decir, herramientas que estimulen la experimentación, la reflexión y la generación de conocimientos tanto individuales como colectivos, favoreciendo la conformación de un “ciberespacio de intercreatividad que contribuya a crear un entorno de aprendizaje colaborativo”, (Cobo Romani, 2007).
Por todo lo expuesto, es necesario que reflexionemos sobre nuestro sistema de formación docente, buscando una reestructuración académica realizada con seriedad y compromiso con el futuro, donde se cuestionen asuntos acerca de ¿Cómo aprenden hoy las nuevas generaciones?, ¿Cómo se comunican?, ¿Tener acceso a la información es igual aprender?, algunas de estas sugerencias nos permitirán vislumbrar nuevos acercamientos y posibles respuestas a éstas y otras temáticas; la idea de un modelo donde se contemplen cuestiones como aprender haciendo, aprender interactuando, aprender buscando y aprender compartiendo, todo esto desarrollado en nuevos escenarios educativos mediados por internet, permiten anticipar la formación de una nueva clase de docentes, a los que podríamos llamar Docentes 2.0, los cuales tendrán como meta, lograr la unión entre las nuevas tecnologías y la educación, aportando grandes mejoras a esta última, permitiendo que los alumnos encuentren en Internet nuevos recursos y posibilidades de enriquecer su propio proceso de enseñanza – aprendizaje; y es aquí donde nos sumamos a las opiniones de filósofos y tecnócratas, anticipando desde nuestro lugar la aparición de un nuevo aprendizaje, el Aprendizaje 2.0.
Por último diremos que la educación tiene el gran desafío de preparar a las futuras generaciones para una mayor diversidad y amplitud de competencias, que posibiliten su participación activa en un mundo diferente y en permanente cambio, donde la internet y la web 2.0 puede convertirse en un soporte educacional efectivo, para ello se requieren de procesos innovativos en las distintas variables de la escolaridad, incluyendo el currículum, la organización y desarrollo profesional de profesores y directores.
BIBLIOGRAFÍA:
Berners-Lee,Tim.(2000). Tejiendo la red. El inventor del World Wide Web nos descubre su origen.Siglo XXI. Madrid.
CASTELLS, Manuel (2001). La galaxia internet, reflexiones sobre Internet, empresa y sociedad. Barcelona.
Cobo Romaní, Juan Cristóbal. (2005). Organización de la información y su impacto en la usabilidad de las tecnologías interactivas. Tesis doctoral. Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad. Universitat Autónoma de Barcelona.
http://www.tdx.cesca.es/TDX-0403106-215231/
Cobo Romaní, Juan Cristóbal – Kuklinski, Hugo Pardo, (2007), PLANETA WEB 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food, Barcelona, España / México DF.
Johnson, Steven. (2001). Emergence. The connected lives of ants, brains, cities and software.Penguin books: London.
Lévy, Pierre. (2004). Inteligencia Colectiva por una antropología del ciberespacio. Organización Panamericana de la Salud (Unidad de Promoción y Desarrollo de la Investigación y el Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud. Washington
Palamidessi, Mariano, (2006), La escuela en la sociedad de redes, Fondo de cultura económica, Buenos Aires.
[1] La Web 2.0 es la representación de la evolución de las aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones web enfocadas al usuario final. El Web 2.0 es una actitud y no precisamente una tecnología.
Surgen así los principales pilares que sostienen la idea de la construcción de una “Inteligencia colectiva”, (Levy, 2004), “Multitudes inteligentes”, (Rheingold, 2002) o la “Arquitectura de la participación”, (O´Reilly, 2005), todas ellas cimentadas en la firme postura de posibilitar el acceso a la información y el conocimiento por parte de todos, buscando desarrollar modelos participativos centrados en el usuario, a través de acciones que permitan establecer una igualdad en los accesos y usos de las tecnologías de esta era digital.
De este modo aparecen en escena toda una gama de posibilidades y ventajas de desarrollo de nuevos modelos educativos, basados en procesos que incluyen investigación, desarrollo e innovación de prácticas educativas; surge entonces el concepto denominado intercreatividad que en palabras de Berners-Lee (2000), se define como: “el proceso de hacer cosas o resolver problemas juntos”, y que sus bases se desarrollan en la “metodología del intercambio creativo y que es posible alcanzar un grado de conocimiento cooperativo que beneficia y enriquece a todos los que participan de esta interacción”.
Ahora bien, a la hora de dejar por un momento las bases teóricas que dan sustento a esta nueva sociedad mundial, donde la inteligencia colectiva de una humanidad que se interconecta a través del ciberespacio, cabe preguntarnos: ¿Qué abordaje realizarán padres, maestros y profesores, denominados por algunas corrientes como “inmigrantes digitales”, para lograr orientar en este océano de información a los denominados “nativos digitales” o como los conocemos en nuestra realidad cercana “hijos y alumnos”?; es posible entonces, sostener como evidencia de nuestra realidad como educadores la existencia de una “brecha digital”, (Castells, 2001), donde podríamos ampliar su definición original y enumerar dentro de este fenómeno una lista de falencias con respecto de los avances tecnológicos aplicados en escenarios educativos. A partir de allí, cabe preguntarnos si dichas falencias desmantelan nuestras posibilidades de construir y sostener nuevos esquemas de aprendizaje, impidiendo desarrollar nuestras labores educativas acorde a los tiempos que corren?
Reconocemos entonces, que como docentes es necesaria la incorporación de estas herramientas que más allá de la mera transmisión de información, nos permitirá desarrollar en nuestro rol docente las competencias y habilidades necesarias en el uso de las tecnologías aplicadas a la educación, con el fin de complementar nuestra labor, teniendo como objetivo fundamental la incorporación de nuevas prácticas socialmente aceptadas que promuevan nuevas formas de comunicar el conocimiento. Es decir, herramientas que estimulen la experimentación, la reflexión y la generación de conocimientos tanto individuales como colectivos, favoreciendo la conformación de un “ciberespacio de intercreatividad que contribuya a crear un entorno de aprendizaje colaborativo”, (Cobo Romani, 2007).
Por todo lo expuesto, es necesario que reflexionemos sobre nuestro sistema de formación docente, buscando una reestructuración académica realizada con seriedad y compromiso con el futuro, donde se cuestionen asuntos acerca de ¿Cómo aprenden hoy las nuevas generaciones?, ¿Cómo se comunican?, ¿Tener acceso a la información es igual aprender?, algunas de estas sugerencias nos permitirán vislumbrar nuevos acercamientos y posibles respuestas a éstas y otras temáticas; la idea de un modelo donde se contemplen cuestiones como aprender haciendo, aprender interactuando, aprender buscando y aprender compartiendo, todo esto desarrollado en nuevos escenarios educativos mediados por internet, permiten anticipar la formación de una nueva clase de docentes, a los que podríamos llamar Docentes 2.0, los cuales tendrán como meta, lograr la unión entre las nuevas tecnologías y la educación, aportando grandes mejoras a esta última, permitiendo que los alumnos encuentren en Internet nuevos recursos y posibilidades de enriquecer su propio proceso de enseñanza – aprendizaje; y es aquí donde nos sumamos a las opiniones de filósofos y tecnócratas, anticipando desde nuestro lugar la aparición de un nuevo aprendizaje, el Aprendizaje 2.0.
Por último diremos que la educación tiene el gran desafío de preparar a las futuras generaciones para una mayor diversidad y amplitud de competencias, que posibiliten su participación activa en un mundo diferente y en permanente cambio, donde la internet y la web 2.0 puede convertirse en un soporte educacional efectivo, para ello se requieren de procesos innovativos en las distintas variables de la escolaridad, incluyendo el currículum, la organización y desarrollo profesional de profesores y directores.
BIBLIOGRAFÍA:
Berners-Lee,Tim.(2000). Tejiendo la red. El inventor del World Wide Web nos descubre su origen.Siglo XXI. Madrid.
CASTELLS, Manuel (2001). La galaxia internet, reflexiones sobre Internet, empresa y sociedad. Barcelona.
Cobo Romaní, Juan Cristóbal. (2005). Organización de la información y su impacto en la usabilidad de las tecnologías interactivas. Tesis doctoral. Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad. Universitat Autónoma de Barcelona.
http://www.tdx.cesca.es/TDX-0403106-215231/
Cobo Romaní, Juan Cristóbal – Kuklinski, Hugo Pardo, (2007), PLANETA WEB 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food, Barcelona, España / México DF.
Johnson, Steven. (2001). Emergence. The connected lives of ants, brains, cities and software.Penguin books: London.
Lévy, Pierre. (2004). Inteligencia Colectiva por una antropología del ciberespacio. Organización Panamericana de la Salud (Unidad de Promoción y Desarrollo de la Investigación y el Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud. Washington
Palamidessi, Mariano, (2006), La escuela en la sociedad de redes, Fondo de cultura económica, Buenos Aires.
[1] La Web 2.0 es la representación de la evolución de las aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones web enfocadas al usuario final. El Web 2.0 es una actitud y no precisamente una tecnología.
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